jueves, 15 de noviembre de 2007

¡Unas voladoras nos invaden!: El retorno de las mariposas Monarca a México


Cierto día, viajaba rumbo a mi ciudad de origen en un autobús. Dormitaba pausadamente, pero no podía conciliar el sueño, a pesar de que el chofer manejaba con cautela. De pronto, mi atención fué atraída por "algo" que se movía torpemente... Cuál ha sido mi sorpresa, al darme cuenta de que no eran sino las Mariposas Monarcas que atravesaban los cielos de Celaya y se dirigían animosamente a su Santuario...

Me dió alegría el ver aquel fenómeno que año tras año se lleva a cabo. Y no eran ni una ni dos... volaban en bandadas de 30 y había alguna que se quedaba rezagada y tomaba un breve descanso para proseguir su vertiginoso y peligroso viaje. Y claro, porque muchas quedan en el camino y lamentablemente, mueren por sus depredadores naturales o simplemente, por los cambios climáticos y el desconocimiento de nosotros.

Y es que a pesar de las grandes campañas que se han dado para conservar y preservar su hábitat natural, todavía existen muchos depredadores "animales humanoides" que en su afán insaciable por podar árboles y enriquecerse, han destruído gran parte de los bosques donde nuestras amigas aladas llegan para pasarse sus vacaciones.

MONARCA DE NACIMIENTO

La mariposa Monarca es conocida por los científicos como Danaus plexippus, que en griego quiere decir “dormilón” y “transformación”. Este nombre, que evoca su habilidad para hibernar y cambiar de oruga a mariposa está inspirado en una leyenda de la mitología griega. Danaus, rey de Libia, fue el padre de 50 hermosas niñas. Su hermano Aegyptus, rey de Arabia, quien tuvo 50 varones, quería que los primos contrajeran nupcias. Danaus decidió huir con sus hijas rumbo a Grecia, pero su hermano y sus sobrinos les dieron alcance. La noche de bodas las hijas, aconsejadas por su padre, mataron a sus cónyuges. Las Danaidas, como se conoce a las hijas de Danaus, fueron castigadas por Artemisa, la diosa de los bosques y de la cacería, y condenadas a vivir eternamente en el inframundo intentando llenar con agua un jarro con agujeros. La migración de las mariposas Monarca evoca la huida de las Danaidas seguidas por sus primos.

Este fenómeno biológico fue descrito desde 1857 en los Estados Unidos, actualmente se sabe que hay varias poblaciones de Monarcas que migran a diferentes regiones del sur en las costas de California o bien hasta los bosques de México.

Se sabe que la visita de las mariposas a nuestro país data desde 1975, cuando se encontró el sitio donde hibernan en las montañas del eje Neovolcánico en el estado de Michoacán.

A finales de verano, millones de mariposas e
mprenden el vuelo desde Canadá, pasando por las las montañas de la región este de los Estados Unidos, para viajar a los bosques de oyamel y pino del centro de nuestro país, arribando los primeros días de noviembre.

Esta migración involucra varias generaciones en su constante peregrinar por varios países: Canadá, Estados Unidos y México. Sin conocer fronteras en su frenético vuelo aprovechan las corrientes ascendentes de aire, lo que les permite alcanzar hasta 65 Km./h. con un mínimo gasto de energía por el batir de sus alas. Hermosa y misteriosa la Monarca realiza esta migración año con año denominada como una gran maravilla biológica del mundo.

MÁS PELIGROS PARA LAS MARIPOSAS

Durante su participación en talleres del Fórum Universal de las Culturas Monterrey 2007, la investigadora, la directora de la Unidad de Formación de Biológicos de la Facultad de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Patricia Tamez Guerra, comentó que en los próximos 15 años, la mariposa Monarca estará en grave riesgo de desaparecer, o tendrá una baja considerable en su población, debido a los cambios climátivos. Señaló que el hombre, la basura y la deforestación, que aceleran los cambios climáticos en la tierra, dañan directamente a la población de mariposas y todas las especies de animales.


Y otro: tal como informaron diversos medios de comunicación, un millón de mariposas monarca murieron en uno de los santuarios en Michoacán a causa de la presencia de insecticidas. El hecho resulta inconcebible por la irresponsabilidad que deja ver o, peor aún, la criminalidad de quienes regaron insecticida precisamente en ese lugar.

Ahora, el cambio climático está pegando con todo en nuestro país. Algunos todavía piensan que no pasa nada, que todo está bien, que los humanos no le debemos nada la naturaleza. Y lo peor del caso, es q ue todo lo que hacemos, ahora, la Madre Tierra nos lo está cobrando. ¿Cuánto tiempo más pasará para hagamos conciencia de que estamos destruyendo todo y de una manera rápida? ¿En qué momento pondremos realmente a trabajar las manos y los corazones para salvar nuestro habitat?

Ojalá que estos fenómenos no desaparezcan; mucha de la responsabilidad de que haya un cambio y no solo de clima, sino de conciencia, parte de nosotros. ¿Qué le vamos a dejar a las nuevas generaciones? ¿Tendremos la oportunidad acaso de vivir lo suficiente para contarlo? Asi como van las cosas, yo creo que no...


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