Si bien es común que los inviernos sean gélidos, éste, de plano se pasó de la raya. Las temperaturas que hemos tenido han sido solo parte de lo que nuestra Madre Tierra nos ha estado reclamando desde hace muchos años atrás. Su furia se vió reflejada el pasado martes cuando sacudió al país más pobre de América. La equivalencia del terremoto en Haití (7.3 °), ha sido comparada con el efecto producido por la bomba nuclear de Hiroshima y Nagasaki... a la séptima potencia.
Aunado a lo anterior, también experimentamos uno de los inviernos más gélidos que al menos yo, en muchos años, haya sentido. Aquí en México, el paisaje se ha teñido de blanco. Ni qué decir en mi querido León, donde el clima ha hecho de las suyas.
Nada menos, el viernes cuando entró el frente frío No. 23, experimentamos las cuatro estaciones del año en un solo día: De inicio nublado, con fuertes vientos, luego, lluvia con granizo y aguanieve. Posteriormente, se quitó el aire congelado para dar paso a la salida del sol por una hora y finalmente, dar paso al torrencial aguacero que invadió media ciudad. Por la tarde-noche, el fío nuevamente nos obligó a cubrirnos totalmente de pies a cabeza y de paso, meternos temprano a nuestras casas. Las bufandas, los guantes, las chamarras, los suéteres y demás prendas de vestir, fueron insuficientes para aguantar el gélido clima... De 10 °, bajamos a 3° en el lapso de 2 horas. Toda una locura.
Yo me pregunto: Si aún nos faltan un total de cuarenta y tantos frentes fríos y éste solo ha sido una pequeña probadita de lo que se nos avecina...¿estaremos listos y prevenidos para tolerar y aguantar lo que podría ser el verano más caluroso en la década?
Estoy asustada... Las noticias dicen que en Haití han muerto más de 100 mil personas y un millar más están aún, atrapadas bajo los escombros del devastador terremoto. 3 millones de afectados en toda la isla nos dan el panorama de la dimensión de la tragedia ocurrida. La ayuda humanitaria no se ha hecho esperar, pero aún es insuficiente. Los mismos haitianos están en un estado total de destrucción y lo único que he visto, son personas que han perdido totalmente el sentido de la misma vida. Y aquí, a pesar de sentirnos en una gran congeladora, sinceramente, estamos en la gloria.
¿CÓMO AYUDAR?
Embajada de Haití en México
Presa Don Martín No. 53 (Irrigación) Delegación Miguel Hidalgo
11500 México, D. F.
Teléfonos: 5557-2065 y 5580-2487/2259
La embajada se mantendrá abierta las 24 horas del día para recibir la ayuda humanitaria, entre la que se solicita medicamentos, agua embotellada, cobertores y alimentos enlatados, principalmente.
En Haití, se pueden dar las donaciones en la embajada mexicana.
Embajada de México en Haití
Delmas 60 No. 2, Musseau, Puerto Príncipe, Haití.
Apartado Postal 327 Puerto Príncipe, Haití
Teléfonos: (509) 2257-8100, 2257-9584, 2257-4256
DONACIONES
En México, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) activó el Plan de Protección a Mexicanos en Condiciones de Emergencia en Haití. A través de ese plan, el gobierno de México no sólo ubica a los connacionales que se encuentran en ese país sino que les proporciona la ayuda que requieran, informó la oficina de Comunicación Social de la cancillería.
Asimismo, se puso a disposición la cuenta 4042482604 del banco HSBC, para quienes gusten dar donaciones de dinero.
En León, las donaciones se reciben en las instalaciones de la Cruz Roja en el boulevar Juan Alonso de Torres en la colonia León I.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia proporciona a las personas interesadas en contribuir con esta, la cuenta No. 1976039404. No. de referencia 0001001613 de Banamex, sucursal 197.
También puede hacer sus donativos con tarjeta de crédito o débito, al teléfono 01 800 841 8888.
Para transferencias electrónicas, utilizar la CLABE: 002180019760394046 referencia numérica 0001001613 y referencia alfanumérica Haití.
La Cruz Roja Mexicana abrió la cuenta 0404040406 en la sucursal 683 de Bancomer para recibir los donativos monetarios que serán proporcionados de forma inmediata, para dar alimento, medicamentos y cuidado a quienes padecen la emergencia.
También se pueden realizar donaciones vía Internet a través de:
- PAHEF, Fundación Panamericana de la Salud y Educación
- UNICEF, El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
CENTROS DE ACOPIO
La Cruz Roja informa que los siguientes productos son los que se requieren para aportar ayuda a los damnificados de Haití:
- Arroz bolsa de 1 o 2 kg. máx.
- Sopa de pasta (spaguetti)
- Frijol (negro) bolsa de 1 o 2 kg. máx.
- Atún - preferentemente en agua
- Alimentos para bebés (gerber)
- Cereal
- Barra energética
- Galletas
- Verduras enlatadas
- Fruta enlatada
- Agua botellas en un litro (específicamente)
Medicamentos (Fecha de caducidad superior a 6 meses)
- Antidiarreicos (Treda - Lomotil)
- Antibióticos (Bactrim, Cipoflox, Amoxil, Albendazol, Cephalexin, Omnicef)
- Antihistamínicos (avapena - virlix)
- Antisépticos (paracetamol - aspirina - dolac)
- Soluciones antisépticas (isodine - jabón quirúrgico)
- Gotas para lod ojos y los oídos
Material e insumos médicos
- Material quirúrgico
- Vendas
- Gasas
- Soluciones orales (suero vida oral - pedialite)
- Cubrebocas
- Guantes desechables
Sabía que el 2010 estaría cargado de cosas buenas y también de muchas reflexiones... ¡Vaya forma de invitarnos a interiorizar! Sé que nada pasa porque sí, sé que las cosas tienen una razón de ser. A veces, no queremos ver la realidad en nuestro pequeño mundo de cristal. Sin embargo, hay que ser muy conscientes de que hay que hacer algo de inmediato. No me cansaré de decirlo una y otra vez: nuestra Tierra está muriendo. Somos consecuencia de nuestras propias estupideces ¿ Hasta cuándo entenderemos el mensaje de que todo lo que ocurre en nuestro alrededor, solo es parte del daño que le hemos hecho a nuestro planeta?
Es suficiente ya y queda poco tiempo. Lo que he mis ojos han visto en el Mundo, es un grito de terror que acaba de ser sacado por la naturaleza ante tando daño que se le ha hecho. Ayudar, sí, tenemos que ayudar a quienes lo necesitan. Haití nos necesita, nosotros mismos, necesitamos darnos esta auto ayuda y a la Tierra, más.
Esto es solo parte de lo que nos depara el 2010: El año del Tigre viene cargado con muchas reflexiones y una nueva oportunidad para el despertar de la conciencia de la humanidad... Espero que no sea demasiado tarde.
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