La vida tiene su precio; todo tiene un precio. El descubrir lo que es tu vida también tiene un precio. El aprender tiene un precio; entre más grande sea la lección, más grande será el precio, entre más alto quieras volar más fuertes tendrán que ser tus alas.
Entre más grande sea la felicidad encontrada, más grande será la tristeza que será vivida.
El hombre definió el amor de una forma equivocada. Es hora que el amor sea conocido tal como es, y si quieres descubrirlo, tendrás que vivir intensamente, tendrás que redefinir todo lo que tu vida es. Aquí ya no hay duda... tienes que convertirte en un ser totalmente nuevo.
Tus actos demuestran quien eres; tus palabras demuestran quien eres; tu mundo demuestra quien eres; tus limitaciones demuestran quien eres; tus libertades demuestran quien eres; tu mirada demuestra quien eres, tu caminar demuestra quien eres.
La madurez se alcanza cuando uno llega a conocerse con todas sus cualidades y debilidades. Cuando uno reconoce sus errores pasados y presentes y ha aprendido de ellos, es decir, cuando logramos la madurez emocional que nos posibilita para hacernos cargo de nuestro mundo emocional y no somos capaces de adulterarnos cuando nos reclaman nuestros errores, también cuando no culpamos a otros por todo lo que hemos hecho mal, entonces hablamos ya de una madurez emocional y espiritual.
Se te habla de la gran oportunidad, se te habla de la bella oportunidad, pero ¿qué es necesario para que tu corazón comprenda? Para el amor, no hay tiempo ni espacio, no hay instantes ya que todo fluye de una manera rápida y a veces, desenfrenada. Cuando el amor llegue hacia ti, debes dejarlo entrar sin reproches, sin miedos ni culpas, ya que el estar enamorados, sentir amor, es uno de los mejores regalos que tenemos en vida. Si tu espacio lo tienes lleno de otras cosas sin valor, entonces, el amor no entrará, ni tampoco insistirá en entrar hacia ti. El amor no te forzará a comprender que el vivir es el gran descubrimiento de tu camino. Solo quien es libre, es responsable y solo el que es responsable, ama lo que quiere hacer y lo hace.
Cada uno de nosotros tiene un lenguaje de amor principal. Esto significa que uno de los cinco lenguajes del amor habla de manera más profunda a nuestras emociones que los otros cuatro. Cuando alguien expresa mi lenguaje de amor principal, yo soy atraído hacia esa persona porque él o ella está satisfaciendo mi necesidad básica de sentirme amado.
Cuando una persona no expresa mi lenguaje principal me preguntaré si él o ella en realidad me ama, porque no estoy comprendiendo emocionalmente a esa persona.
El problema en muchas relaciones humanas es que tú y yo expresamos nuestro lenguaje de amor y nos preguntamos por qué la otra persona no comprende. Es como si yo le estuviera hablando en inglés a una persona que solo entiende alemán y preguntándome por qué no entiende mi mensaje. Las relaciones humanas mejoran grandemente cuando aprendemos a expresar el lenguaje de amor de la otra persona.
El pedir lo que quieres es pedir espacio, si tu deseo es más grande que tu amor... Entonces destruirás lo único que te puede hacer feliz, y esto es tu propio corazón. Las oportunidades que la vida te da son para que hagas realidad este gran descubrimiento. Este es el último esfuerzo que el amor hace para tu crecimiento, así es que interioriza en ti y mira lo que verdaderamente quieres.
Ve lo que es mejor para ti: si hacer realidad tu deseos o hacer realidad el gran descubrimiento.
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