El día de hoy sería un crímen no postear. Y no es que mi condición de mujer moderna, liberal, vanguardista, intelectual, blogera y sensible me haya jugado una trastada precisamente el día de hoy. ¡Para nada! Mis mujeres queridas que pasan por este blog, el día de hoy conmemoramos un año más de recordarles a nuestros hombres queridos que tienen a grandes mujeres a su lado.El Día Internacional de la Mujer se debería de recordar a diario, al igual que el Día de la Madres, porque tanto Madre como Mujeres, tendrán los hombres a su lado ¿A poco no? Pues bien, una gran amiga de la Maestría me mandó este correo bastante peculiar y divertido. Es una mega reflexión sobre el por qué es NECESARIO ir juntas al baño. Y vaya, siempre en bola es más divertido, pero eso sí, si vas sola, prevente. No sea que te ocurra lo que a continuación leerás:
El gran secreto de todas las mujeres respecto a la ida a los baños, es que desde chiquita, tu mamá te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y lluego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza. Finalmente te instruía: 'Nunca, nunca te sientes en un baño público'. Posteriormente te mostraba 'la posición' que consiste en balancearte sobre el inodoro de tal forma que logres sentarte sin que tu cuerpo haga contacto con la taza.
'La Posición' es una de las primeras lecciones de vida de una niña, súper importante y necesaria, que nos ha de acompañar durante el resto de nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos, 'la posición' es dolorosamente difícil de mantener cuando estás que no te la acabas por ir al baño y estás a punto de reventar.
Llegado el momento del llamado del cuerpo, TIENES que ir a un baño público (o de la Escuela o del trabajo donde te encuentres), y cuando por fin vas, te toca ver una gran fila de mujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt dando autógrafos.
Así que te resignas a esperar, sonriendo amablemente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando piernas y brazos en la posición oficial de '" me estoy haciendo del 1". Hasta que por fin, te toca a ti o si no, llega la típica mamá con 'la niña que no se puede aguantar más'. Y ni modo, hay que dejar pasar a la pequeñuela. Entonces verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas.
Lamentablemente, todos están ocupados. Finalmente uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo. Entras y te das cuenta de que el seguro de la puerta no funciona (¡nunca funcionan!); pero bueno, eso no importa... Cuelgas el bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho (¿cuál gancho?), inspeccionas la zona buscando dónde detenerlo, pero el suelo esta lleno de líquidos indefinidos y no te atreves a dejarlo ahí. Así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de cositas que fuiste metiendo dentro, la mayoría de las cuales no usarás, pero que las tienes por si acaso... (¡Benditas mujeres!)
Pero volviendo a la puerta... Como no tenía seguro, la única opción es sontenerla con una mano y así lo haces, mientras que con la otra que está libre, bajas la tapa y te pones en "posicisión", la misma que tu mamá te enseñó cuando tu eras chiquita. Alivio... Aaaahhhh...... ¡Por fin!... Pero de pronto, tus muslos empiezan a temblar, por que estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, las panties cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 Kg colgando de tu cuello.
En ese momento te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni la cubriste con papel, (porque ya te andaba y ni siquiera se te ocurrió acordarte de la recomendación de mamá). Interiormente crees que no pasaría nada pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza '¡¡jamás te sientes en un inodoro público!!', así que te quedas en 'la posición' con el tembleque de piernas. Y por un fallo de cálculo en las distancias y sin querer queriendo debido a la fuerza del bolso de 5 Kg que llevas en el cuello, ocurre lo que más temías: un líquido amarillo se escapa de tí y salpica parte del inodoro y te moja hasta las medias...¡En la m....!
Con suerte, no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar 'la posición' requiere una gran concentración. Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico ¡peeero, nooo hayyyyyy...! Se te olvidó llevar tu propio papel y como de costumbre, ¡el rollo esta vacío...! Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kilos de cachivaches que llevas en el bolso haya un miserable kleenex. Ahí está la hazaña mi querida mujer: para buscar en tu bolso ¡tienes que soltar la puerta!
Dudas un momento, pero no hay más remedio. En cuanto decides soltarla, por casualidad alguien la empuja y tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco mientras gritas ¡¡¡OCUPAAADOOOO!!! Ahí das por hecho que todas las que esperan en el exterior escucharon tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, pensando que nadie intentará abrirla de nuevo y de nuevo se te vienen a la mente todas cosas por las que pasaste para entrar a ese baño.
Total, ya hiciste lo que tenías que hacer y hasta se te olvida el portazo que te dieron previamente, el desnuque con la correa del bolso que pesa 5 Kg, el sudor que corre por tu frente, la salpicada del líquido en las piernas, el recuerdo de tu mamá que estaría avergonzadísima si te viera así y del cuidado que tuviste de no sentarte en la taza del baño porque francamente, 'tu no sabes qué enfermedades podrías agarrarte ahí'.
Estás exhausta. Cuando te paras ya no sientes las piernas, te acomodas la ropa rapidísimo, tiras la cadena del inodoro y sales apresuradamente rumbo al lavamanos. Al llegar, te das cuenta que todo esta lleno de agua. Así que no puedes soltar el bolso ni un segundo, y nuevamente te lo cuelgas, pero ahora en el hombro. Tardas un momento en saber cómo funciona las llaves del agua (no todos los lavamanos son autmáticos), así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca. Consigues jabón, te lavas las manos en una posición de jorobado de Notredame para que no se resbale el bolso y quede abajo del chorro de agua...
El secador ni lo usas, es un objeto inútil así que terminas secándote las manos en tus pantalones, por que no piensas gastar tu kleenex para eso y sales finalmente con la cara de felicidad más grande del mundo por la proeza hecha.
En este momento, ves a tu "novio", que entró y salió del baño de hombres y encima le quedó tiempo de sobra para leer el periódico mientras te esperaba y lo primero que te dice el muy tarado es:-'¿Por qué tardaste tanto?'' te pregunta él "inocentemente". -"Había mucha fila" te limitas a decir.
¿Ahora entiendes porqué vamos las mujeres en grupo al baño? Por solidaridad, ya que una te sostiene el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es mucho más sencillo y rápido ya que uno sólo tiene que concentrarse en mantener 'la posición' y la dignidad.
Así es mis mujeres... Pónganse listas cuando deseen ir a hacer sus necesidades fisiológicas. Más vale prevenir que lamentar y como dicen por ahí "Mujer prevenida vale por mil". ¡FELICIDADES EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER!
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