miércoles, 12 de mayo de 2010

Había una vez, en una tierra muy lejana, unos bellos durmientes...

Lo de tierra lejana es un albur porque son casos de la vida real. El sueño, además de ser vitalizante y reconfortante, nos ayuda a reponernos de los días pesados y de arduo trabajo. Pero ¿Qué pasa cuando nos agarra en cualquier lugar? Bien, estas fotografías increíbles y curiosas, nos muestran que "los brazos de Morfeo", pueden resultar verdaderamente muy antojables.


Dormir o no dormir... ¡He ahí el detalle! Por lo pronto, antes de que te heches "un coyotito", disfruta de éstas tomas a l@s bell@s durmientes.

¿Y qué creen? Pues el día que regresamos de Tepotzotlán, mis amigos me tomaron esta foto en el bus que nos llevó a León... La mera verdad, ya ni dejan hecharse su "pestañita" a gusto, jajajajajajaja. ¡Saludos a todos aquell@s bell@s durmientes!

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